Wu Zetian

Wu Zetian
Emperatriz china; empezó de concubina y acabó de emperatriz. Casi como nuestra Leticia.

lunes, 18 de junio de 2012

De sueños eróticos y fantasias sexuales.

A veces la imaginación nos juega, a los seres humanos, malas pasadas. Lo digo porqué una puede estar durmiendo, y, por ejemplo, soñar que folla con personas con las que en la vida real no mantendría para nada relaciones sexuales. Almenos, de iure. Y al día siguiente, cuando acudes a tu cita diaria con el trabajo, encontrate frente a frente con esa persona y ruborizarte. Mirarle y pensar que toda la noche habéis estado pegando unos polvos de mucho cuidado. Sentirte que prácticamente le has violado, que él o ella no lo sabe, pero que habéis estado ahí, dale que te pego, con todas sus intimidades, su sexo y su cuerpo. Casi sientes que aquello que pasó en el sueño, aquello que él o ella era (con sus atributos y actitudes) es real: le miras y te dices...¿debe ser así? Y, hubiera o no hubiera tensión sexual, acabas pensando en esa persona en este sentido, por lo menos durante un día. Triste es que demasiadas veces estos sueños ocurren con personas inesperadas y no con aquellas con quienes realmente te gustaría follar, aunque fuera en sueños. Situación divertida que puede devenir controvertida y escabrosa y preocupante cuando la persona con quien practicas sexo transgrede tu moralidad. Hay moralidades que, tal como dice Freud, son tabúes universales: así, que sea la madre quien aparezca en tu sueño es realmente perturbador para generalmente cualquier persona. Hermanas o hermanos y familiares suele ser o puede ser también inquietante. La verdad es que estos sueños no tienen por qué denotar un interés real por cualquiera que sea la persona con la que folles pero para según qué hombres es verdaderamente vergonzante que sea otro hombre con el que practiquen estas imaginarias relaciones sexuales. De alguna manera es como si cuestionara su integridad como hombre, su indiscutible masculinidad. El otro día leí un artículo que defendía que la mayoría de los seres humanos muestra interés o curiosidad no por uno sólo de los sexos. Más allá de que pueda ser heterosexual, la persona puede sentir un interés morboso por los miembros de su mismo sexo, fantasear con relaciones imposibles con amigos, conocidos o famosos. Realmente las fantasias sexuales de los seres humanos pueden ser muy variadas y disparatadas. Demasiadas veces no pueden realmente cumplirse o no quieres que se cumplan, ya que imaginarlo está muy bien, pero a la hora de la verdad no te gustaría que eso deveniera real, porqué transgrederia tus límites morales y humanos (léerse 120 días en Sodoma del marqués de Sade es ver claramente esta situación. El decálogo extensísimo y muy imaginativo de perversiones que expone el marqués en el libro es, por lo que yo puedo entender, la manera que tiene el hombre de librarse de unas fantasías que no podría llevar a cabo en la realidad. De hecho sus estancias en prisión fueron a causa de minucieses comparadas con aquellas maneras de conseguir placer sexual que expone abiertamente en el libro)  Sin embargo es curioso observar cómo a muchos hombres les es muy difícil aceptar el interés que puedan sentir por los de su mismo sexo asociando a la masculinidad la heterosexualidad: sólo eres un verdadero hombre si sólo quieres follar con mujeres. Es gracioso, porqué seguramente estos hombres se pueden permitir otro tipo de fantasias, ya sean zoofílicas, pederásticas o demás perversiones humanas, sin que las mismas cuestionen su identidad. Por ello pueden desear hacer un trio con un amigo y una chica si entre machos no se tocan, o les interesa escuchar los relatos sexuales de los otros tios o les gusta saber del tamaño de los penes de los demás. Imaginarse en una relación sexual...esto ya no. Es intolerable e inadmisible. Es manifiestamente un insulto a su masculinidad. Personalmente creo que no tienen muy clara o no es muy real esta masculinidad si deben protegerla tan fuertemente: en las murallas se tiende a reforzar la parte más débil o vulnerable. El odio, el miedo o el desprecio hacia estas fantasías o realidades sexuales demuestra, en realidad, un interés que no pueden aceptar que tienen, un interés que les haría cuestionarse como heterosexuales y como varones. Y en verdad es muy triste y digno de compasión no tener siquiera la posibilidad de imaginar lo que quieras: construir fronteras foraneas y externas en tus propios deseos, en tu propio yo. Reprimirse, no aceptarse y de alguna manera odiarse a si mismos y mismas.

Las fantasías sexuales pueden ser fantasias que quieras, o no, llevar a la práctica. Pueden ser éticas o amorales, pueden ser sencillas o profundamente rebuscadas. Las fantasías sexuales a veces se cumplen y te decepcionan, y a veces se cumplen y por un momento, sólo por un momento, sientes la plena realización de tu ser y de tu vida. Las fantasias sexuales pueden ser compartidas y explicadas o íntimas y silenciadas. Por ello, todo ser y toda persona debería poder ser libre de imaginar y excitarse como quisiera, y con lo que quisiera. Y me dan mucha pena aquellas personas a las que las barreras sociales les han penetrado hasta el fondo de su ser, y ni en el más íntimo de su yo son capaces de ser libres y de aceptarse como son. Pero en fin, qué le vamos a hacer. Lo único que personalmente podemos tener claro es que los límites sociales son los que son, pero que en nuestra imaginación podemos construir otros mundos y otras realidades y fantasear como queramos: que almenos nuestro yo nos pertenezca todo lo que nos puede pertenecer y en lugar de cortar nuestras alas procuremos producir más viento para ir más lejos.

2 comentarios:

  1. un punto y aparte, dos párrafos.. te falta leer mucho

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  2. Me encanta que te hayas tomado la molestia de escribir, pero hubiera sido mejor no tener que hablar a un etéreo anónimo! Tienes razón en dos cosas: la primera es que este no es, efectivamente, mi mejor texto. Tengo otros que pienso que son bastante mejores. Espero que te hayas dado una vuelta por el blog.
    La segunda de las cosas en las que tienes mucha razón es que no he leído suficiente. Y nunca habré leído suficiente. Por suerte los seres humanos hemos creado de todas las materias, maneras y temáticas tantos libros que no será nunca suficiente. Y lo agradezco.

    Tengo que admitir que en mis textos la puntuación siempre ha sido controvertida. Muchas personas me han comentado que debo poner más párrafos y más puntos y aparte, y en mi carrera, en la que por suerte he tenido que leer mucho y escribir más, he procurado que así sea. Sin embargo aquí, que no estoy en un espacio académico, escribo calamo currente, como me sale, como me gusta. Es mi espacio.

    Entiendo tu tradicional forma de entender la escritura. Continúa con los y las clásicas, sin llegar siquiera a la época romántica en que la subjetividad de Sand o la particular forma de Woolf podrían ya molestarte o desesperarte un poco, pero sobretodo y por encima de todo, aléjate de escritores o escritoras como Joyce o Kerouac.

    Una cura de humildad igual también te serviría. personalmente no me atrevería a decir a nadie si ha o no ha leído suficiente, más que nada porqué creo que no soy nadie para decirlo, teniendo en cuenta, tal y como ya he dicho, que una -personalmente, claro está- no considerará nunca que ha leído suficiente. Como nunca lo creeré nunca censuraré a nadie por no haberlo hecho. Supongo que crees que tú sí lo has hecho. Felicidades, pero des de mi humilde punto de vista es pedante y falso pensarlo. Me gusta la humildad. Suele ser más realista.

    Saludos y que vaya muy bien.

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