Wu Zetian

Wu Zetian
Emperatriz china; empezó de concubina y acabó de emperatriz. Casi como nuestra Leticia.

martes, 29 de mayo de 2012

Nuestras mujeres: objetos con ojos, sin mirada propia.

Fotografía que encontré aunque no era ésta a la que me refería
Es importante tratar la mirada. La mirada y el ojo se asocian al sujeto. Una persona que mira no es lo mismo que una persona que es mirada. La primera ostenta voluntad y puede juzgar ya que tiene la potestad de analizar, de estudiar, de entender...la segunda es un sujeto pasivo, un sujeto mirado, un sujeto que deviene objeto, sin voluntad, sin poder...Icíar Bollaín era consciente, a la hora de escoger el título de su película, qué significaba "dar los ojos" a alguien. Muchas filósofoas han tratado el tema del ojo.

Anuncio al que me refiero. Gracias a Aina he podido encontrarlo.
Es una reflexión que me vi obligada a hacer al ver el anuncio de bañadores que se expone esta temporada en las calles de Barcelona. No recuerdo la marca y no he conseguido encontrar la fotografía (gracias a la aportación de Aida en su comentario he podido descubrir que se trata de calvin klein y que es el siguiente anuncio:)  pero buscando por internet he encontrado una similar. En la imagen que yo vi la mujer se estira mientras el varón, un poco incorporado, la mira. Una está acostumbrada a ver carteles dónde los cuerpos desnudos son el reclamo y aquello que se anuncia queda relegado a un segundo plano. Ya no se sorprende. Pero este cartel, este cartel donde ella y él aparecen sin ropa, donde ella y él supuestamente estan en un plano de igualdad al ser sus cuerpos y no el producto que llevan puesto el reclamo, me produjo cierta repugnancia. Y al rato me di cuenta que era la mirada. La mirada seria de él cae sobre el cuerpo desnudo de ella convirtiéndose en sujeto y en cambio los ojos de ella se pierden en el infinito deveniendo objeto. No hay igualdad. Ella es mirada, él mira.



En la historia del arte ha sido -y es- una constante esta mirada masculina sobre el cuerpo femenino cosificado. Antaño podríamos decir que el problema era que quien hablaba a través de las imágenes era el imaginario masculino heterosexual:





por ejemplo Boucher, que nos muestra la primera de nuestras mujeres -una mujer sexualmente disponible y de piel rosada- o Ingres, orientalista, que imagina de alguna manera ese harén, ese harén que también él quería y que envidiaba a los musulmanes. Ingres, como muchos otros, fue un obseso con el tema de los harenes y de las mujeres de otras partes del mundo, así como Delacroix o Fortuny, que no se escapan de esta magia de la cosificación y apropiación de los cuerpos femeninos: mujeres esperando, disponibles en cualquier momento y cuando el varón las requiera. La condena de la sociedad islamizada desde occidente a causa de sus supuestos valores poco civilizados va de la mano de esa extraña admiración hacia lo exótico, hacia aquello a lo que no pueden acceder pero que imaginan (equivocadamente, como demuestra el libro de Fatema Mernissi "El harén en Occidente", que lo explica maravillosamente) sobre todo por lo que hace referencia al tema de la mujer y su situación social (no tenían en cuenta o no querían saber que, por ejemplo, en China, el "harén" del emperador o sus concubinas luchaban ferozmente entre ellas para poder ser las preferidas y demandadas por el gobernante, incluyendo en esta lucha sobornos por parte de las familias a los eunucos que las custodiaban y que tenían el derecho de decidir quién iba a pasar a las estancias reales y quién, por lo tanto, podría estar cerca del emperador y de alguna manera influenciarlo. Poco que ver con estas mujeres que refleja Ingres tranquilas y desnudas que se abrazan y se masajean comunamente).  


La modernidad no transgredió la figura de la mujer como objeto pero es verdad que la Olympia de Manet fija su mirada en el/la espectadora



y que debemos aceptar que son un tanto inquietantes estos ojos fijos en uno o una. Que no es un cuerpo dejado, un cuerpo espiado, un cuerpo inerme y sin personalidad. La Olympia de Manet, aunque se muestra desnuda, es un sujeto. Y es por su mirada. De alguna manera habíamos dado un paso más, y las mujeres eran miradas y a la vez miraban (en su tiempo fue precisamente la desafiadora mirada de la mujer lo que escandalizó al mundo del arte). Posteriormente, y de la mano de las propias mujeres, podríamos encontrar la mujer que se mira a si misma, el sujeto objetivándose, intentándose entender. Ellas tomaban el relevo a los varones y se dibujaban a sí mismas y a sus compañeras. Intentaban ver quiénes eran, qué eran. Pero... ¿realmente las mujeres han dado el último paso? ¿ Han dejado de mirarse a sí mismas y de ser objeto y sujeto a la vez para devenir observadoras, mironas, sujetos única y exclusivamente? ¿Qué encuentran de erótico en los hombres -y en las mujeres-? Todoas tenemos muy claro qué es aquello sensual de una mujer, aquello atractivo, o almenos el discurso con el que se nos machaca constantemente sobre nuestro físico. ¿Han manifestado ellas qué es lo que físicamente les atrae de los varones? ¿Han reformulado el discurso de la belleza de la masculinidad o permanece aquella que ya construyó la Grecia misógina? ¿Han levantado la voz para crear sobre su supuesto objeto de deseo sexual el mismo discurso que se repiten sobre si mismas una y otra vez? ¿Tenía realmente Froid razón y lo que temen las mujeres es dejar de ser deseadas? ¿Lo que les gusta, lo que quieren, a lo que aspiran es, simplemente, a gustar? ¿Se han apropiado de unos ojos que puedan ver más allá del espejo y miren y juzguen y analicen el mundo, expresando su voluntad y concibiendo deseos propios, nuevos y únicos? un sujeto debe tener su propio discurso, debe expresar su voluntad, debe tener voz e ideas...un sujeto debe crear objetos...y a veces creo que, por lo general, los únicos objetos que han sido capaces de crear las mujeres han sido ellas mismas. Sólo un día, en una exposición del CCCB, vi una serie de fotografías de una fotógrafa que buscaban retratar el erotismo de un varón, el atractivo que ella encontraba en los hombres. Éran unas cuatro o cinco imágenes y yo pensé...por fin! Por fin escucho una voz propia, una voz sexual, una voz que expresa deseo y expresa subjetividad, un discurso nuevo, diferente e inexplorado. Y las miré hasta que dos chicos gais empezaron a reirse ante las imágenes, todo ruborizados y sorprendidos, y supe que no quería escuchar lo que tenían que decir sobre ellas.

Es necesario que aprendamos a crear discursos, que empecemos a mirar con nuestros ojos, con nuestra personalidad y subjetividad. La publicidad no es más que un tópico que no deja de repetir y repetir y me pregunté, mirando aquél cartel que no he encontrado, si alguna vez, en breve, alguna campaña publicitaria haria que fuera ella la que lo mira, que fuera ella la que tuviera los ojos. Que dejaramos de ver el mundo desde esta patriarcalidad y lo pluralizáramos...me di cuenta que hace falta mucha lucha, que está muy lejos. Cuando hablo de machismo mis interlocutoreas me dicen que tengo que esperar, que es un proceso lento, que en unos años saldrán las licenciadas y graduadas y ocuparán lugares de poder...y ahora ya les respondo que si lo que tengo que hacer es esperar, es que nuestro mundo, nombrémoslo como se merece, es machista aún.

Nuestras mujeres son solo espejos, son solo objetos con ojos, sin mirada propia:

15 comentarios:

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    1. I dale Razumijin! Siempre autocensurándose! jejeje cabrón!

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  2. El deseo que a veces tiene la mujer de ser observada está ahí eh..., no lo pasemos por alto. También hay mucho escrito sobre el atuendo y el arreglo femenino, y normalmente son las propias mujeres las más críticas y mordaces con los desajustes de las demás...¿Que están totalmente condicionadas por la sociedad en la que viven? De acuerdo, pero los hombres también... No se puede esperar que no miren lo que se diseña, a conciencia y con esmero, especialmente para llamar la atención. De todos modos tienes razón en que pocas veces se plasma la realidad indudable de que las mujeres también miran a los hombres (y ellos son conscientes de esto), que también son sujetos y, de rebote, que el cuerpo masculino también es bello, otro gran tabú. Supongo que el hecho de ser seres espirituales y materiales a la vez, de tener una parte tangible y apreciable a simple vista y otra insondable incluso para uno mismo o misma, hace que no podamos evitar mirar, ver, fantasear y crear. Respecto a Boucher, igual que pintaba desnudos donde la mujer era un objeto, también representaba escenas intimistas, bucólicas, dónde la mujer era un sujeto que amaba, deseaba y sufría por amor. ¿A caso la joven del columpio de Fragonard no es perfectamente consciente de que se balancea sin ropa interior sobre un joven al que, por cierto, lanza un zapato y mira con cara de pícara? Además, a parte de que no creo que todos los hombres tengan entre sus fantasías un harén -para muchos una sola mujer ya supone un desequilibrio total de su estabilidad psicológica, problemas de identidad relacionados con su imagen social, con la autopercepción, complejos...-, me gustaría ver (y seguro que buscando un poco algo se encuentra) si no podemos ver ejemplos de lo mismo en el imaginario femenino, o almenos en el de algunas, como en el caso de los hombres... En fin. Que los cuerpos están ahí! Y más ahora en verano...

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    1. Rajumijin siempre censurándose! No en este blog!! raju, contrólate! Evidentemente que las mujeres quieren que se las miren...de hecho es lo que digo, ellas mismas se consideran objetos y se tratan como tal y de ahí la censura hacia la otras mujeres que también consideran objetos. Quieren gustar al macho, quieren ser objeto (como ron Barceló, oscuro objeto de deseo). Quieren que se peleen por ellas, que ellas sean un trofeo, que las salven. Sólo hace falta ver cómo se maquillan, se visten, se peinan...la presión social sobre el físico femenino es mucho mayor (tanto desde voces masculinas como femeninas) y eso es a causa de esta cosificación, esta concepción de belleza femenina. Boucher pinta desde una óptica masculina y una visión masculina. En sus pinturas encontramos sujetos femeninos, pero son sujetos que aman, desean y sufren, son sujetos a medias: heterosexuales sus perspectivas y sus preocupaciones son de amores, dependen del varón y sus vidas giran entorno del mismo. No son sujetos que se preguntan sobre el cosmos y diseccionan hamsters. Sobre el harén simplemente menciono la fascinación que despierta...y no sólo el harén, sino las mujeres de las otras culturas. Se han creado muchos mitos. Nunca hablo de la totalidad de hombres, más que nada porqué aquellos que no son heterosexuales, sexuales o biológicos también son hombres y no por ello evidentemente imaginan harenes. De la misma manera no todos los heterosexuales tienen como mito los harenes. Sin embargo fue fuente de relatos, de imaginación y de mitos.
      Sobre el tabú de la belleza masculina es una evidencia...por eso deberíamos crear un discurso nuevo que la valorase. Es fuerte pensar que a ellos no se les exige nada, es más, si hacen algo se les acusa de metrosexuales y demás. Parece ser que la naturaleza les ha hecho perfectos: que no se maquillen, no se hagan peinados, no se depilen...

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  3. Me ha gustado esta entrada y coincido contigo. En cuanto la mujer MIRA se convierte en alguien sospechoso, ya es susceptible de ser tildada de tener CARÁCTER, que en terminología masculina equivale a ser una mandona. Los hombres, acobardados en el fondo, rehúyen a la mujer que mira o que sabe mirar. En cuanto a la iconografía de los bañadores y similares que comentas, tienes razón; y es que esa publicidad es creada por hombres y reflejan su visión. Cuando una mujer accede a ese tipo de puestos, reproduce ese tipo de visión, aún no siendo la suya, porque se espera de ella que iguale el otro trabajo, es decir, que lo repita, pero con estilo supuestamente femenino. A veces pienso en la misoginia inconsciente de algunos de esos hombres, los diseñadores, sobre todo. De eso hablo en mi entrada Diseñadores, en mi blog, por si te apetece curiosear. Yo me quedaré por el tuyo un poco más. ¡Saludos!

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    1. Sí! Voy a mirar tu blog por supuesto! Efectivamente a los hombres que han asumido los atributos culturalmente asociados a la masculinidad les dan miedo las mujeres que miran, porqué son mujeres que han trascendido los límites de la feminidad social y que, por ello, dan miedo. Me pone nerviosa el hecho de que las personas crean que porqué las mujeres o algunas de ellas ocupan lugares de poder su discurso tiene que ser feminista. El feminismo no es cosa de todas las mujeres, ni siquiera es cosa de mujeres: es cosa de personas inteligentes. Jejejeje

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    2. Què passa que tu també t'autocensures??

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  5. Respecto al tema de buscar lo erótico en el cuerpo del hombre es claro que falta mucho por hacer. No es que no haya un discurso estético acerca del hombre. En la tradición se encuentran algunos, pero no tienen por abjetivo un atractivo sexual. Las representaciones del primer Napoleón, por poner un ejemplo, buscan transmitir ideas de valor i decisión, que son cualidades de la mente, no del cuerpo. El cuerpo del hombre es utilizado para evocar fuerza en el mejor de los casos (por mejor de los casos entiendase como cualidad mas física), pero mas habitualmente como puerta hacia el alma. La mujer, como ya se ha dicho, es objeto que toma sentido en el momento de ser gustado como cosa física, mientras que el sujeto activo es el hombre, que observa i juzga. Por lo tanto, las representaciones masculinas digamos que son autonomas. No tienen por finalidad el placer erótico, sinó la representación de ideales i conceptos universales. La versión más desnuda del hombre que nos viene a la cabeza inmediatamente es, clao esta, las estatuas greco-romanas, que habitualmente tenian una función conmemorativa i no de consumo. Además se hacian para hombres (en principio) heterosexuales o como mínimo para cumplir una función cívica, por lo que no era un placer erótico/carnal lo que debian despertar, sinó la idea de una belleza eterna, divina i, por lo tanto, perfecta. Muchos intentos de buscar la belleza del hombre han pasado por volver a la estética clasica, la "Grecia misógina", por lo que reproducen la idea del cuerpo masculino para el hombre heterosexual sin erotismo. Para salir de eso podemos ver como en el renacimiento se buscó una cierta deformació afectada del cuerpo masculino o amaneramiento.
    Pero en la actualidad vemos que se tiende, sobretodo en las versiones más comerciales, a buscar ese cuerpo masculino recto, hierático i griego. Como mucho se les dota de cierto dinamismo. Las versiones más vigoréxicas son el paradigma de cuerpo clasico grotesco al estilo Arno Brecker, que, a pesar de no tener nada de eróticos, paradójicamente se los supone atractivos i sexualizados. Es que aun no se ha descubierto... perdón, no se a popularizado el erotismo masculino. Hay ejemplos, y hay que recuperarlos y promocionarlos. Muy posiblemente buscar el erotismo en el cuerpo del hombre suponga una feminización de este. Pero "feminizacion" no porque suponga una pérdida de identidad sexual, sinó porque la tradición le habia negado esa función y la mayor parte de erotismo lo encontramos en cuerpos femeninos.

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    1. Totalmente de acuerdo con lo que dices. Me ha parecido muy interesante la idea de que hay una estética del cuerpo masculino pero que no está, la misma, relacionada con la atracción sexual. Es verdad.
      Respecto a una belleza masculina no asociada propiamente al cuerpo, Simone de Beauvoir decía que en el acto sexual heterosexual la mujer se sentía más insegura porqué lo que se juzgaba de ella no dependía de ella, ya que era su cuerpo. En cambio, al varón, se le juzgaba por lo que hacia más que por lo que era y por ello era agente (y sujeto) de sí mismo. Evidentemente las cosas han cambiado -aunque no tanto como nos gustaría- pero pienso que en el tema de la atracción sexual o el erotismo es así: los valores positivos de atracción masculina están relacionados con la acción: ella continúa anclada y esclava de su físico. En los certámenes de miss i mister mundo ellas no deben realizar pruebas físicas deportivas. Ellos sí.
      Es verdad que no debemos retomar el ideal de belleza clásico (hierático y asociado a valores morales y actitudinales) y que tenemos ejemplos posteriores a éste, como en el rococó o el barroco: la sensualidad de los jóvenes de Caravaggio es ciertamente atractiva, voluptuosa y sugerente. Efectivamente se feminiza el cuerpo pero eso no tiene por qué suponer un problema. Pero no debemos olvidar que Caravaggio era homosexual y es un discurso de alguna manera masculino. Pienso que sería un buen punto de partida pero que debemos reformularlo desde hoy con colaboraciones y voces masculinas, femeninas e híbridas. Ellas tienen que aprender a ser sujetos, a mirar, a decidir y a saber qué es lo que les gusta. A hablar y a replantearse a si mismas también. En lugar de esperar amoldarse al modelo impuesto conceber y crear otras realidades más incluyentes y menos exigentes que no lleven a una parte tan alta de la población a tener una baja autoestima o una falsa imagen sobre si mismas.

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  6. Es posible que te refirieras a éste anuncio?
    http://chungkitblog.files.wordpress.com/2012/01/calvin-klein-white-label-spring-summer-2012-07.jpg?w=640

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    1. Sí!! Era este! Voy a colocar inmediatamente la fotografía! Muchas gracias!

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  7. Yo nunca he visto, ni mirado, a la mujer como un objeto.

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    1. Qué alegría! Aunque desdichadamente no toda la gente piensa como tú... a mí me ha horrorizado este artículo...si quieres mirártelo creo que se entiende esta objetivización/cosificación de la mujer... Saludos!!

      http://blogs.elpais.com/eros/2012/06/deportistas-heroes-futbolistas.html

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