Wu Zetian

Wu Zetian
Emperatriz china; empezó de concubina y acabó de emperatriz. Casi como nuestra Leticia.

miércoles, 4 de abril de 2012

El coche de Intisar

Hace tiempo que salió esta novela gráfica (resulta que ahora hay novelas gráficas, que no son lo mismo que cómics. Pretenden de alguna manera transgredir la cultura -alta cultura, aquella que desprecia los cómics- incorporando contenidos reflexivos y de interés cultural, densos y que buscan algo más que la mera diversión. Es decir, son cómics en formato y novelas en contenido. Me da lástima que a causa de los dibujos deban reinvicar la culturalidad e interés de los cómics cuando es evidente que muchos best-sellers no les llegan a la suela de los zapatos) pero hasta ahora no la había leído. La aconsejo porqué es un placer encontrarse con libros como estos. Hace ya bastante que me topé con Marjane Satrapi y su Persépolis. Debo agradecer profundamente nuestro encuentro a la persona que me lo presentó. Enseguida conseguí Bordados de la misma autora iraní. Cuando salió al castellano El coche de Intisar supe que debía adquirirlo. Aunque en un primer momento desconfiara al tratarse de una "biografía" de mujer yemení escrita, no como en el caso de Persépolis, por dos autores occidentales hombres. Pero la sensibilidad y la fuerza que derraman imágenes e historia de este libro lo convierten en un pequeño tesoro. Por momentos sentía la impotencia, la rábia, la alegría y la rebeldía de la protagonista en propia piel y tumbada en la cama imaginaba mi vida en un pequeño país como el Yemen. Los acontecimientos y las experiencias de la protagonista estan basadas en múltiples entrevistas que realizaron el autor (uno de los) y su compañera sentimental en Yemen a las mujeres. Ésta última había recibido una oferta de trabajo en el país árabe y él se decidió a acompañarla en esa aventura. Tanto a él como a ella les sorprendió la radical separación entre varones y mujeres del país, los dos mundos completamente separados que conformaban. Por ello decidieron indagar en mayor medida y si bien ella tuvo la oportunidad de integrarse y más faciloidades para hablar e interactuar con las mujeres -lógicamente- la investigación y el interés partió de ambas.

No desvelaré más. Sólo decir que una se solidariza con esas personas. Que una se siente, como feminista, dentro de sus límites y quiere, como ellas, como cualquier ser vivo encarcelado y maniatado, romper las cadenas y volar, volar lejos y libre. Me siento esperanzada e ilusionada, me siento unida y encariñada con esas personas que luchan. Últimamente e interesadoas en crear nuevoas enemigoas, los Estados Unidos -con su choque de civilizaciones que comparan términos incomparables -occidente con el islam, cuando deberíamos o bien decir occidente/oriente (términos geográficos) o cristianismo/islam (términos religiosos)- han pintado el mundo islámico como un mundo en el que toda la gente está dispuesta a ponerse bombas en sus cuerpos y matar (la famosa viñeta de Mahoma danesa habla sobre esto y sobre esta convicción. Pintar al líder religioso con una bomba en la cabeza es instrutivo, es facha y pretende educar a la ciudadanía para que relacione el Islam con poner bombas. Es una falta de respeto y una mentira hipócrita. Cobijarse detrás de la libertad de expresión y victimizarse porqué se le amenaza de muerte haciendo así que todo el mundo se solidarize con el autor cuando debería recibir del público europeo una amonestación es jugar sucio. Nadie debe amenazar a nadie a muerte -aunque en EUA algunos Estados no sólo amenacen sino que asesinen en nombre de la ley y nadie diga nada- pero eso no quita que la viñeta era absurda y estúpida y una fata de respeto); un mundo en el que los seres humanos que lo habitan son prácticamente extraterrestres para nosotroas, donde ni la vida ni los valores ni las luchas parten desde la esencia del ser humano que conocemos, aquél que busca la libertad de ser quien quiere ser, aquél que pretende la felicidad, aquél que sangra y llora, aquél que lucha por conseguir lo que quiere. No tenemos que ir allí a decirles cómo deben hacer las cosas. La gente, de una forma u otra, con sus bazas y sus reglas, está consiguiendo su propia libertad, está trazando su propio camino. Desde aquí yo me declaro Intisar en potencia. Prometo no aceptar los límites que no sean míos. Prometo luchar para expander los horizontes de la libertad dentro de las inevitables premisas culturales que una a veces no sabe que la subyugan y esclavizan. No callaremos!

No hay comentarios:

Publicar un comentario